1. Nuestro cónyuge siempre es lo primero.
Seguro que tenemos un montón de cosas que hacer, pero a la hora de priorizar, una persona casada lo tiene que tener muy claro: el cónyuge siempre es lo primero delante de todos los demás asuntos.
2. Risas y diversión.
Aparte de buscar constantemente tiempo para estar juntos, tenemos que pasarlo bien y reír juntos. Juegos, deporte, cine, ir a tomar un café… todo lo que se haga en pareja ayuda. Siempre nos tenemos que divertir y reír. Las risas son el pegamento del matrimonio.
3. Planificad tiempo juntos.
Es importante que siempre nos obliguemos a pasar tiempo juntos. No podemos esperar a que el rato sea improvisado o cuando tengáis un ratito, cuando estemos haciendo otras tareas, porque al final nunca llegará. La relación matrimonial es la prioridad de todo matrimonio. Si hace falta, ponerlo en una hoja de papel bien grande un “Pasar tiempo juntos” todos los días. Todos tenemos móvil. Ponerlo en una alerta de esa “cita” y nunca, nunca, nunca, faltar a ella.
4. No nos agobiemos por las cosas pequeñas.
Por ejemplo, cuando nos sintamos que nos estamos enfadando, parad un segundo, respirad y preguntarnos: ¿de verdad merece la pena enfadarme por esta tontería? En la mayoría de los casos no, por lo que es mejor respirar y pensar en otra cosa.
Que el tema de vuestras conversaciones sean nuestras prioridades. Recordad siempre lo que es importante. Simplificad vuestro estilo de vida y no nos amarguemos por pequeños problemas, porque eso hará que se agríe vuestra relación con nuestro cónyuge e hijos.
5. Entregarse con generosidad… y juntos.
Sed voluntarios en la iglesia, en un comedor social, estar en un grupo que ayude a los necesitados… Ayudad a los demás, pero hacedlo juntos. Eso nos unirá y nos dará perspectiva.
6. Comunicación y respeto.
Los malentendidos son una fuente de estrés y tensiones. Tenemos que comunicaros constantemente; mantener informado a tu cónyuge, y nunca, nunca, nunca, faltarse el respeto. Hay que expresarse con amor y buenos modales.
7. Nunca mentirnos.
Nunca jamás nos mintamos. La confianza ciega en el otro es uno de los pilares del matrimonio. Tenéis que poder confiar en el otro sin miedo alguno. Si nos empezamos a mentir, romperemos esa confianza y al final tendremos que mentir más y más para cubrir las mentiras que digamos. Ya sabemos el refrán : “Se coge antes a un mentiroso que a un cojo”. Lo peor de todo no es el hecho de mentir, sino que romperemos la confianza con nuestro cónyuge y, la confianza es muy fácil romperla, pero muy difícil construirla.
8. Tocarse, besarse, abrazarse…
El contacto físico reduce el estrés y nos hará sentirnos más cerca el uno del otro. Agarrémonos de la mano cuando paseemos juntos, acurrucaos juntos en el sofá viendo una película, danos un beso y un abrazo cada vez que nos reencontremos… Todo esto también hará que nos sintamos deseados y queridos. Recordemos nuestro tiempo de novios.
9. Fijémonos en las cosas positivas y no en las negativas.
No les voy a mentir, es mucho más fácil fijarse en las negativas que en las positivas, pero tenemos que hacer el esfuerzo de fijarnos en las positivas y potenciarlas. Alaba, suscita, promueve, anima a tu cónyuge para que así, día a día, seamos un poco mejores.
10. Sé feliz con lo que tenemos.
No nos vamos a mentir, todos somos consumistas y, sin darnos cuenta, empezamos a comprar y comprar cosas que no nos hacen falta o al final no las llegamos a usar. Compramos una tele nueva porque la que tenemos ahora nos parece muy pequeña, un móvil nuevo porque es el último modelo, ropa que al final se queda en el armario con las etiquetas puestas. Al final, acabamos comprando cosas para rellenar nuestra vida y lo vamos pagando a plazos o con tarjetas de crédito que lo único que hacen es endeudarnos más y más, y luego eso se resiente en nuestra familia. El estrés, el mal humor por no pagar las facturas, es más fácil que te empiece a disgustar tu trabajo porque no ganas lo suficiente para pagar esas cosas que no te hacían falta… Tenemos que tener un poco de fuerza de voluntad y solo comprar lo que nos haga falta o remplazar las cosas que estén rotas, y no porque haya salido un nuevo modelo de móvil y lo quiero, cuando el que tenemos no tiene ni un año…
Un consejo: vivamos con sencillez. No intentemos llenar nuestras vidas de cosas materiales, sino de momentos y recuerdos que llevaremos por siempre en nuestro corazón. Invertid ese dinero en hacer cosas con nuestro cónyuge; para eso sí que merece la pena gastar todo el dinero del mundo.
11. Nunca apartar a Papá Dios de
Nuestro Matrimonio.
Así que no son ya más dos, sino
una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe
el hombre.(MATEO 19,6)
Los hijos de Dios debemos
reflejar su amor en nuestro Matrimonio, y La Biblia
habla bastante sobre el matrimonio y
nos da muy buenos consejos, por eso en el Matrimonio nunca se debe de
dejar de leer la Palabra de Dios.
Eclesiastes Cap 4, Versiculos 9
al 12.
9 Mejores son dos que uno; porque
tienen mejor paga de su trabajo.10 Porque si cayeren, el uno levantará a su
compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo
levante.11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo
se calentará uno solo?12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le
resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente.